"La tecnología debe hacer el trabajo duro para que la gente pueda centrarse en hacer las cosas que les hacen más felices en la vida", dijo Larry Page CEO de Google.

Y lo decía de corazón, completamente en serio. Google quiere construir cosas que hacen nuestras vidas más fáciles. Quiere impulsar la innovación. Quiere hacer del mundo un lugar mejor.

¿Sus motivos son siempre puros?

Por un lado, Google es un creador. Construye productos innovadores y servicios que nos hacen la vida más fácil. Por otro lado hay una segunda intención innegable en todo lo que hace Google, que deja en un segundo lugar lo que Google nos vende: que actúa simplemente de forma bondadosa y altruista.

Lejos de engaños y cortinas de humo, Google, en su esencia, es una empresa de publicidad. De hecho, es “la empresa de publicidad”. Absolutamente todos los productos que ofrece, muy útiles por cierto, tienen un lado oscuro. Son máquinas perfectas para recopilar datos sobre de los usuarios e ir confeccionando nuestros perfiles: una completa radiografía de nuestras vidas, que nos desnuda plenamente ante el gigante de las comunicaciones. De esta forma son capaces de servir anuncios publicitarios como ninguna otra compañía podría tan siquiera imaginar.

¿Cuál es el verdadero coste de los servicios de Google?

Gmail

Servicio: Es un fantástico servicio de correo electrónico gratuito que ha revolucionado las comunicaciones digitales.

Precio que pagamos: Permite a Google analizar todos nuestros correos electrónicos y utilizar la información obtenida para nutrir nuestro perfil y servir anuncios más relevantes en todo el ecosistema de Google.

Maps

Servicio: Herramienta que nos ayuda a navegar por un mundo cada vez más complejo con sorprendente detalle y precisión. Nos da las direcciones sin dejarnos morir en medio de la nada  y es el estándar de oro para la cartografía y la navegación.

Precio que pagamos: También sabe dónde hemos estado, dónde estamos, nuestras rutinas, nuestra zona de influencia y hacia dónde queremos ir. Además, sirve resultados patrocinados junto a los resultados de búsqueda o incluso en la parte superior de los mapas.

Android

Servicio: es el sistema operativo móvil más popular en el mundo. Alimenta los teléfonos de gama alta que sostienen la industria de teléfonos inteligentes y es gratis para los vendedores. Android también permite a las empresas construir los dispositivos más asequibles del mercado que se conectan a millones y millones de personas con independencia de su poder adquisitivo.

Precio que pagamos: Envuelve al usuario con los servicios de Google llevándolos todo el día dentro del bolsillo. Controlan nuestras comunicaciones, recopilan datos y sirven anuncios.

Buscador

Servicio: Literalmente, es, sin duda, una de las cosas más importantes que han pasado en Internet. Cambió el mundo virtual y la experiencia de uso. Ofrece el resultado a cada una de las consultas que realizamos en la red.

Precio que pagamos: Lleva la cuenta de cada consulta a nivel individual confeccionando un historial completo de cada uno de nosotros. Es capaz de conocer nuestros gustos y preferencias para servirnos a anuncios acordes con ellos junto a los resultados de búsqueda.

Y en los futuros servicios de Google tendremos más de lo mismo.

Con Google Glass verán todo lo que vemos siendo capaces de recopilar más sobre nuestras vidas.

Con Google Fiber se asegurarán de que los usuarios tienen servicio de Internet a velocidad “chocho loco”. De esta forma eliminan las barreras técnicas que se interponen entre el usuario y sus productos.

Podría seguir enumerando servicios un buen rato, youtube, drive, picassa, chrome, Street view, blogger, coches sin conductor…

Si los gobiernos de turno nos implantasen un chip a los ciudadanos para tener la mitad de control que tiene Google, seríamos capaces de arrancarnos un brazo para deshacernos de él. Sin embargo, Google, ha conseguido que entremos en su rebaño de forma voluntaria y con alegría.

Google es un negocio, y no quiere su trozo, ¡se quiere comer todo el pastel!

Si tenemos en cuenta la forma en que creció hasta convertirse en el gigante que es hoy, podemos observar que es especialista en aniquilar a la competencia. Incluso, dejando al usuario en muchas ocasiones sin libertad de elección.

Google entra en un mercado ya existente y aplasta a todos o la mayoría de sus competidores. Sin duda, también abre nuevos caminos, con una serie de proyectos en desarrollo constante. Y no les queda otra, ya que poco a poco se le acaban las opciones de canibalizar servicios de terceros.

Cada uno de sus negocios principales, Search, Maps, YouTube, Gmail, Android ... Son productos que copió de las ofertas de otras compañías. Los mejoró y ofreció de forma “gratuita” consiguiendo en la mayoría de los casos diezmar los productos de la competencia, llegando a expulsarlos de su propio mercado.

¿Los usuarios somos lo primero para Google?

Lamentablemente no, cuando un servicio de Google no es capaz de sustraer información o de servir de forma suficientemente rentable publicidad se cierra. Y se cierra sin importar cuántos usuarios lo usan y confían en él. Google Reader es un ejemplo reciente, pero no es el primero y sin duda no será el último. De hecho, uno de cada tres servicios de Google acaba siendo cerrado.

No son una empresa pública. Si un producto no sirve al bien mayor, ganar dinero para Google y sus accionistas, no tiene por qué existir.

¿Todo esto es una cosa tan mala?

Google es tan importante como lo es la electricidad o la automoción. Sus servicios, por lo general, son mejores que los ofrecidos por sus competidores, y la mayoría están disponibles de forma gratuita. Son accesibles a ricos y pobres por igual, en docenas de idiomas. Ellos nos ayudan a aprender, viajar, crecer, trabajar, jugar…

Con solo ofrecer a una persona una conexión a Internet y un navegador Web se le está proporcionando una cantidad tal de información y recursos a los que no habría podido tener acceso ni en un centenar de vidas, y además gracias a Android, con la posibilidad de ofrecer terminales de bajo coste, es un avance global, y no solo válido para el mundo desarrollado. Es por eso que Google ha cambiado el mundo. Y hace todo esto de forma gratuita para el usuario en términos económicos.

Todo el coste en que incurre Google para ofrecer esta gran variedad de servicios de calidad es soportado por las empresas que pagan para mostrar sus anuncios.

En definitiva, su forma de negocio es un acto de equilibrio entre el bien y el mal:

Por una parte, para los usuarios, es capaz de proporcionar los mejores servicios posibles de forma gratuita. De hacer nuestra vida más fácil y convertirse en el centro de nuestro universo digital.

Por otra parte, para los anunciantes, puede sustraer datos personales de mil formas posibles, orientar los anuncios de sus clientes mejor que cualquier rival, y servir esos anuncios a un público que recibirá lo que desea recibir.

Necesariamente un lado de Google no podría existir sin el otro, héroe y villano deben coexistir en perfecta armonía.

¿Qué Opinas? ¿Compensa que tenga que ser un poco villano para poder jugar este papel crucial en el desarrollo de la humanidad? Dímelo tú, Espero tu comentario.

Si te ha gustado esta entrada, sé generoso y comparte en redes, foros, amigos, coméntalo en la panadería, en el bar o en cualquier sitio que consideres que puede servir de ayuda. Hasta la próxima y un saludo!